Lola Flores

Lola Flores "La Faraona"

Que mire usted si era gitana
que hizo una cruz al cante innombrable,
y mire si era buena Máma
que pa to el mundo fue una Mare.

Por Addy Góngora Basterra.

Todas las canciones tienen un trasfondo. Una explicación. Un origen. A veces es mejor no saber ese detonador; otras, vale la pena porque le dan sentido a una letra que pareciera ser un desconcierto. Esta es una de esas que ameritan su trasfondo.

Lolita Flores, la hija mayor de la Faraona, le encargó a Antonio Martínez Ares una canción para Lola a los diez años de su muerte. Era el año 2005. Para entonces, ya Martínez Ares había compuesto canciones que Pasión Vega y Pastora Soler incluyeron en sus discos (incluso M. Ares canta con Pasión Vega "La canción del Pirata" en el álbum Banderas de nadie). En ese mismo año, cantantes españoles le rindieron tributo a Brasil con un disco que titularon "Samba pa ti" y ahí fue como conocí musicalmente a Martínez Ares, donde interpreta "Magalenha" de Sergio Méndez ♫ Vem Magalenha rojão, traz a lenha pro fogão, vem fazer armação. Hoje é um dia de sol, alegria de coió, é curtir o verão ♫, acompañado solamente por su guitarra. Gran músico este joven español.

La canción Un camino de flores que Martínez Ares confecciona para Lolita en homenaje a su madre, es conmovedora porque está hecha con retazos de la vida de la Faraona (1923 - 1995). Lola nació en Jérez, en San Miguel, se casó con Antonio González "El Pescaílla", con quien tuviera a Lolita, Rosario y Antonio, los tres dedicados a la música como sus padres. Cuentan los que recuerdan que cuando la Faraona se presentó en el Madison Square Garden en La Gran Manzana, el New York Times sacó una nota con el siguiente encabezado No sabe cantar, no sabe bailar, no se la pierdan. En mayo de 1995, Lola murió de cáncer en Madrid en "El Lerele", su residencia. Cubierta con una mantilla blanca y en un ataúd abierto, fue llevada al Cementerio de la Almudena. Antonio, su hijo, murió de tristeza (sobredosis) a los pocos días. Lo enterraron junto a ella. Digo todo esto porque algunos de estos hechos se recuentan en la canción que transcribo a continuación, poema con aire andaluz que en sus esquinas lleva el rasgueo flamenco de guitarra, repiqueteo de taconazos y castañuelas. ¡Olé!


El Pescaílla, Lola, Lolita, Rosario y Antonio.


Un camino de flores

Plazuela de San Miguel,
no importa el año, un día de enero,
nació para Jerez y para el mundo
una niña de fuego.

España olía a pueblo
y sonaba a guitarra y pandereta
de payos y gitanitos
que se buscaban dos pesetas...
y ella sólo sabía reír
y reía en lugar de llorar,
ella sólo quería vivir
y se tragaba el azúcar
con un tirititrán.

"No sabe cantar ni bailar
pero por dios no se la pierdan",
dicen que eran sus ojos, sus manos,
que echaban chispas sus piernas;
los del bando carmela
la lloraban por los rincones
y la bandera soñaba
con un torbellino de colores.
Ella siempre decia que sí
porque nunca decía que no,
y gritaba para ser feliz
"¡Dios mío, como me la maravillaria yo!"
y el lerele, y el lerele, y el lere y el lere y el lerere
y el lerele, y el lerele, y el lere y el lere y el lerele
me hace un camino de flores pa no perderme.

Del sur hasta el paralelo,
no importa el año y el mes no cuenta,
y de Madrid pa tocar el cielo
se fue la niña de La Venta.

España era un Guernica
con nubes grises y suelos rojos
y cada día salvaora
abría sus puertas y cerrojos,
y es que ella dejaba salir
por la boca la gracia de dios
se irrumpía y volvia a seguir
pero remendando con lunarito el corazón.

Los gachos iban al colmao
y la vigilaban a deshora
pero el amor
es la pescaílla
que se muerde la bata de cola.

Que mire usted si era gitana
que hizo una cruz al cante innombrable,
y mire si era buena Máma
que pa to el mundo fue una Mare.

Ella era luna y jazmín,
esos brazos donde llorar,
el principio que no tiene fin,
y la negra penita pena un día mas...

Y el lerele, y el lerele,
y el lere y el lere y el lerele
me hace un camino de flores pa no perderme
y el lerele, y el lerele,
y el lere y el lere y el lerele,
que sus recuerdos son flores que me hacen fuerte.

Y un día, sin ton ni son,
no importa el año, el mes de las flores,
se puso mantilla blanca
y salió a la calle sin tacones.

Todas las noches regresa y me dice:
"Mi vida, ya estoy aquí"
y yo me miro al espejo
y ahí estas dentro de mi.

Y el lerele, y el lerele
y el lere y el lere y el lerele
me hace un camino de flores pa no perderme,
y el lerele, y el lerele,
y el lere y el lere y el lerele
que sus recuerdos son flores que me hacen fuerte.